Música para leer

viernes, 30 de enero de 2015

Formalismos

Líneas, muros que no caen, colores que no se mueven ni se juntan entre sí. Frío, tradición y mundo cuadrado. Paredes inamovibles, hormigón y corazón de metal. Pinceladas secas de fragilidad, insensibles. Piedra y columnas, huída hacia lo conocido. Miedo al sentido y al llanto, miedo al gesto y al aspecto.
¿Quién despintará entonces estas paredes macizas? Me duele la vista por ver siempre lo mismo y el cansancio del que nadie se cansa. No entiendo el color que parece escuchar la música de este silencio. Todo es recto, todo es liso, no hay barro. Solo palabras, solo corbatas, solo pinza y desdén. ¡Quiero arrancar la pintura! ¡Estoy harta de este asqueroso olor que no huele a otra cosa que a iniquidad! No soporto otro canto, no soporto otro discurso de integridad. Se me oscurece la vista, se me desvanece el amor, necesito rasgar, la tengo que arrancar.

 Se ha quedado atrás la vida, el blanco, el lienzo solo está reutilizado.  Por favor, ven a mí, por favor vuelve aquí, quiero salir, quiero volver, quiero empezar. 

miércoles, 7 de enero de 2015

Efímero paso

Qué tiene el tiempo, que corre y va lento. Qué tiene que marca y hace marcas. Rompe, guarda, desecha, cose, calla. Qué tiene que trae nostalgia, que enciende el día, que duerme la noche. Qué tiene que da muerte y da vida, que hace heridas y sana. Qué tiene que mira y olvida, que recuerda y memora. Qué tiene el tiempo que cambia y nos cambia. Qué tiene el tiempo que pisa, descalzo. Qué tiene el tiempo con el mar que le hace rugir o callar. Qué tiene que miro y no para, que espero y no espera. Qué tiene el tiempo que arruga y silencia. 
Eso, silencia, silencio. Eso, guarda silencio mientras observa el efímero paso de nuestra afanosa vida. Polvo que no entiende. Obra maestra del sexto día. 
Quizá no alcanzo el entendimiento de principio a fin, pero aún suena en mi cabeza el minutero, aun buscan estos ojos la obra del maestro
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